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La costa en Madeira mantiene unas condiciones de temperatura y de oleaje idóneas para la práctica de actividades marítimas durante todo el año.
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La cultura surfera ha encontrado uno de los destinos favoritos en esta isla, que ya cuenta con siete spots ideales para coger olas de más de ocho metros de altitud.
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El archipiélago cuenta con las reservas marinas más antiguas de Portugal, verdaderos paraísos para cualquier buceador experto o principiante.
Madrid, octubre 2019.- Hay quienes disfrutan del mar desde la playa, otros prefieren hacerlo desde un barco e incluso desde el cielo, pero en la costa madeirense podrás, además, adentrarte en sus profundidades con un equipo de buceo, surfear olas de más ocho metros o remar contra la marea en un paseo en kayak.
Son muchas las actividades que la isla de Madeira ofrece para descubrir la costa atlántica: surf, submarinismo, avistamiento de cetáceos, stand up paddle, windsurf o paseos en canoa, entre otras. Y todas ellas dentro de una experiencia en la que, además, tendrás la posibilidad de conocer un entorno natural único y una cultura que recuerda al mundo más colonial.
Madeira, el paraíso de los surfistas
Las condiciones del mar que baña el archipiélago y la situación de algunas de sus playas posicionan a este paraíso portugués entre los destinos surferos más famosos del mundo. Solo en la isla de Madeira hay un total de siete spots distribuidos por toda la costa, que son lugares que reúnen las condiciones apropiadas para la práctica de este deporte (el estado de la playa, espacio total en el que poder surfear, altura de las olas, etc.). Algunos de ellos son Paul do Mar, São Vicente, Porto da Cruz y Jardim do Mar.
Además, el fuerte arraigo de una cultura del surf desde hace unas décadas ha llenado la isla de lugares en los que poder alquilar un equipo o encontrar el profesor más adecuado para cada nivel. Sobre las características del oleaje, cabe destacar que el archipiélago es un lugar privilegiado para recibir swells del Atlántico Norte y todo tipo de olas, desde point breaks a reef breaks, generadas por la costa escarpada y por las rocas del fondo del mar.
Por otra parte, en la zona sur de Madeira el mar se mantiene más tranquilo y los vientos facilitan la práctica de windsurf, pudiendo encontrar dos perfectos spots para esta disciplina en Funchal y en Garajau.
Un jardín submarino al alcance de cualquiera
Otro de los principales atractivos de la costa madeirense está en sus profundidades. Aguas cristalinas, con una temperatura templada-caliente (17-24 ºC) que se mantiene estable a lo largo de todo el año, y que permite bucear casi siempre con muy buena visibilidad, en un azul sin igual, incluso junto a la costa. Ese es el panorama que cualquier buceador se puede encontrar si se sumerge desde cualquiera de las islas del archipiélago, que a día de hoy constituye un punto de paso fundamental para especies migratorias y epipelágicas (aquellas que habitan en profundidades de hasta 200 metros), como los peces limón, conocidos en Madeira como charuteiros, que nadan en enormes bancos que pueden ser observados frecuentemente. La pasividad de estos y muchos otros peces, habituados a convivir con los buceadores, permite contemplar estampas inolvidables que pueden ser fotografiadas y grabadas en vídeo.
El archipiélago de Madeira posee las reservas más antiguas del país. La más longeva de todas es la reserva natural parcial de Garajau, creada en Portugal el 4 de octubre de 1986, cuyo estatus le permite mantener las condiciones naturales necesarias para la conservación de una biodiversidad única. Este es el caso de otras reservas como la de Sitio de Rocha do Navio, también en la isla de Madeira y creada en 1997, la red de zonas marinas protegidas creada recientemente alrededor de Porto Santo, o los santuarios marinos de las Islas Desertas, que incluyen algunas zonas con estatus de protección total en las que se hace posible la conservación de especies únicas en e mundo como la foca monje mediterránea, a la que es posible avistar en más de una inmersión.
En total, son más de 20 las zonas a las que se puede acceder, y encontrarás más información de todas ellas en esta guía de buceo.
Rutas en barco para avistar cetáceos, paseos en canoa y otras formas de adentrarse en el océano
En esta costa tan rica en fauna marina, un paseo en barco siempre te ofrecerá muchas sorpresas, ya que es posible cruzarse con ballenas o delfines en cualquier momento del día. De este modo, podrás también relajarte y hacer día de playa en medio del océano Atlántico contratando un servicio de avistamiento de cetáceos o bien alquilando un barco por cuenta propia.
Y si el surf no es lo tuyo, si el submarinismo te resulta demasiado intenso y el avistamiento de cetáceos te parece demasiado tranquilo, encontrarás en los paseos en canoa el equilibrio perfecto entre la acción y la contemplación. El mar en Madeira cuenta con muchas zonas de leve oleaje idóneas para este deporte en el que caben tanto expertos como principiantes, que siempre tienen la posibilidad de ir acompañados de un guía.
Todas estas formas de disfrutar del mar de Madeira y muchas otras más, como las actividades de coasteering, body board o stand up paddle, se pueden complementar con rutas por el interior de las islas y visitas a lugares de interés histórico y cultural, sin olvidar una gastronomía que, si ya de por sí resulta apetecible, después de un intenso día de actividad lo será mucho más.
Más info: http://www.visitmadeira.pt/