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Este verano, las zonas naturales se postulan como lugares abiertos, donde respirar aire puro y lograr la desconexión mental que se necesita tras el confinamiento.
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La región de Valonia rebosa de varias zonas verdes por todo el territorio, lugares donde encontrar la fusión idónea entre la calma que aporta la naturaleza y la diversión que proporcionan las actividades al aire libre.
Madrid, julio de 2020 – Tras los meses de la cuarentena y de pasar muchas horas en un sitio cerrado, la tendencia actual es recuperar el tiempo en espacios abiertos, motivo por el cual hacer planes en entornos naturales apunta a ser una de las tendencias de este verano. En materia de naturaleza, Valonia, la región del sur de Bélgica, es un territorio que destaca por componerse de pequeñas ciudades poco aglomeradas y grandes y frondosas zonas verdes. Lugares donde respirar y recobrar la sensación de libertad, con la posibilidad de realizar un sinfín de actividades (activas o de nivel familiar) localizadas en el corazón de Europa, solo a poco más de dos horas desde Barcelona y tres desde Madrid:
Perderse con el ruido de Coo, la segunda cascada natural más importante del país
Con 15 metros, la de Coo se convierte en la segunda caída de agua más grande del país, solo por detrás de la de Reinhardstein (60 metros), también en Valonia. En los alrededores de este imponente fenómeno natural, se encuentra Coo Adventure, un centro de actividades deportivas por las Ardenas. Espeleología, rapel, paintball o recorridos en jeep son solo algunos de las oportunidades que ofrece esta zona natural valona.
Entre todas ellas, la más original es la que se conoce como dropping o caminata de orientación. En grupos o de forma individual, un helicóptero aterriza en un punto desconocido de las Ardenas para que luego, los participantes vuelvan ‘solos’ al punto de encuentro, solo con la ayuda de una brújula y un mapa. Toda esta aventura se realiza con el sonido del agua de fondo y la sensación de libertad y de respirar aire puro que ofrece uno de los bosques más frondosos del país.
Catar el vino dulce nacido en los espectaculares Jardines Colgantes de Thuin
Ubicada al sur de la región, la todavía desconocida ciudad de Thuin alberga uno de los paisajes naturales más formidables de Valonia: sus Jardines Colgantes. Ahora convertidos en atracción turística, su origen se remonta a la fortificación de la ciudad de tiempos pasados. Los burgueses, que residían dentro de la fortificación, convirtieron las terrazas en jardines para disponer de algún pequeño reducto de naturaleza. Estas ‘trasformaciones’ son, a día de hoy, los Jardines Colgantes.
Son también el lugar donde nació el vino Le Clos des Zouaves, uno de los más emblemáticos del destino. Visitar la ciudad y probarlo se ha convertido en un imprescindible, ya que este vino no nació allí por casualidad. Como consecuencia de la posición ascendente de los jardines y el impacto solar, se ha generado un microclima propicio a la plantación de los viñedos que producen este vino suave natural.
Lagos Eau d’Heure, el patrimonio acuático de Valonia
Si a esta región se la conoce como “tierra de agua”, los lagos Eau d’Heure son su máximo exponente, ya que son el complejo acuático artificial más grande de Bélgica. Esta zona de la provincia de Henao ofrece múltiples actividades lo suficientemente atractivas para pasar allí un día entero como jugar al golf entre lagos, practicar paddle surf o bien subir en un autobús anfibio para conocer y recorrer los estanques.
Entre todas las opciones que ofrece, destaca especialmente el tour cicloturista por los lagos Eau d’Heure. Un recorrido de treinta y dos kilómetros – esta es su única dificultad – totalmente plano que empieza en la pequeña villa de Cerfontaine y a partir de allí, resigue la orilla de tres de los lagos del complejo: Falemprise, Plate Taille y Eau d’Heure. En las zonas señaladas está permitido bañarse.
Kayak con vistas al castillo de Walzin
El río Lesse es el escenario ideal para practicar con la canoa, especialmente para los que se quieren iniciar en este deporte, gracias a su poca profundidad. Es, además, una zona particularmente bella: con vistas al castillo de Walzin y rodeado de paisajes verdes, cuevas prehistóricas o imponentes rocas. Para descubrir la zona haciendo kayak, se puede hacer un viaje sencillo y tranquilo a través del río o bien combinarlo con otras actividades como paintball, bicicletas de raíl o visitar las históricas cuevas de Han.